miércoles, 11 de marzo de 2009

Desnúdate para él has un stripp

¿Quieres reconquistar a tu amor y recuperar la chispa de la seducción? En la academia de striptease Platinum High Class de la Ciudad de México cualquier mujer, sin importar los kilos o años de más, puede aprender el arte de desvestirse.

La instructora Andrea Garfias, una morena curvilínea, asegura que todas podemos cumplir nuestra fantasía de convertirnos por unas horas en strippers, si aprendemos cómo quitarnos la ropa con lentitud y mucho erotismo durante una canción.

Esta exótica stripper dirige la academia con su hermana Rubí, en la parte posterior de un establecimiento de artículos eróticos para despedidas de solteras. Entre espejos en la pared, las alumnas toman clases en grupo o de forma individual.

Quiénes asisten

Por esta academia han pasado amas de casa, estudiantes, doctoras en ciencia, mujeres de 60 años, con sobrepeso, chaparritas, de clase alta. "Aquí vienen por todo tipo de razones: quieren enamorar otra vez a sus maridos, cazar novio, romper sus tabúes o quitarse la vergüenza", señala la bailarina.

Según ella, muchas de las mujeres que asisten a este lugar perdieron la ilusión inicial que disfrutaban en la relación con su pareja; necesitan renovarse porque la monotonía fue matando poco a poco la atracción que sentían.

Hay alumnas del Platinum High Class que vienen porque les gusta hacer de swingers, son modelos o chicas muy jóvenes “que quieren aprender porque su galán se los pidió”, cuenta la instructora.

Por qué aprender

Graciela Gómez, de 48 años, desde niña tenía el sueño de "bailar quitándose la ropa" y acaba de empezar las clases. "Mi marido está encantado, voy a hacerle un striptease en casa en cuanto tenga la menor oportunidad".

Otras alumnas afirman que no tienen pensado quitarse la ropa para nadie en particular, sino para sí mismas, porque simplemente quieren sentirse más libres y desinhibidas. "Si mi novio se lo gana, a lo mejor le hago un desnudo", afirma una estudiante de biotecnología de 26 años, para quien estas lecciones le dan "confianza y seguridad".

Cómo es la clase

Desde hace diez años, Andrea imparte la técnica de entrenar a mujeres como strippers para concursos a los que acude un numeroso público. La instructora no suele dejar que los hombres presencien las clases, porque asegura que "ellos quieren dar órdenes a sus mujeres de cómo moverse, y aquí la única maestra soy yo".

La stripper afirma que las mexicanas pueden ser "muy tímidas o muy lanzadas, sin término medio". En las clases, las más tímidas no tienen por qué desnudarse completamente si no quieren, basta que aprendan a hacer los movimientos adecuados. Curiosamente, las menos pudorosas son generalmente las que mantienen relaciones con hombres casados.

Los elementos indispensables

Además de usar una minúscula tanga y un sostén provocador, "hay que saberse acariciar, perderle el miedo a tu cuerpo, y es absolutamente necesario mirar a los ojos a la persona a quien dedicas el striptease”, explica Andrea.

Para lograr sobresalir, es necesaria una expresión facial y corporal atractivas, y saber "contar una historia a medida que te vas despojando de la ropa, en sincronía con la canción".

Otro requisito importante es aprender a caminar. "Las mexicanas hemos perdido la capacidad de movernos sensualmente porque en la Ciudad de México todo se hace de prisa", lamenta la stripper.

Sostiene que "para hacer un buen desnudo no hace falta tener un buen cuerpo, así como tampoco lo es necesario para hacer el amor. Nos vendieron mucho tiempo el estereotipo de mujer alta y delgada, pero lo más importante es la belleza interna", afirma Andrea Garfias.

Sobre la mesa o en su regazo

Las alumnas de la academia tienen la posibilidad de que, una vez entrenadas con la técnica coreográfica de quitarse la ropa, puedan graduarse en table dance y aprender a hacer un baile sexy sobre una mesa o en el regazo de su hombre. "Pero la mayoría cree que con el striptease no necesita nada más", dice la experta.



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